En la vieja casona que se escondía tras la colina, los árboles se doblegaban por el viento del sur... la mujer los miraba en actitud expectante...ella espera la lluvia, la fresca y dulce melodía que pronto caería sobre su tejado. Allá a lo lejos el mar cual león herido rugía, por el sendero de los acantilados se veía una sombra que lentamente se acercaba. ...un rayo rompió el silencio de la habitación y... llovió. La mujer se mojo las manos extendiéndolas por la ventana abierta esto lo vio su jardinero que se apresuraba a cubrir los rosales.... lo que nadie vio y no vera jamas, es el llanto deagarrador que siempre que llueve, baña el rostro de la mujer de la antigua casona...donde nadie vive desde ace muchos años. Afuera sigue lloviendo.....
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